En MLC uisimos tener un vivero. Un lugar donde preparar la tierra y sembrar semillas y ver, ser testigos de cómo la maravilla de la vida se despliega ante nuestros ojos, simplemente con la visión inicial de saber que esa semilla es una hermosa flor, creer en ella, regarla, cuidarla y ser testigos de la vida desplegándose…y el proyecto cobró vida y nos dedicamos a los seres humanos. A la tierra de su corazón. A las semillas de sus sueños. El agua son las preguntas del coach que facilitan que la flor se despliegue. Y un proceso cuidado y disciplinado del crecimiento del coachee. Y nuestro compromiso con su vida. Con el don de la vida y los dones particulares que todos tenemos.
A tu servicio!